De dcha. a izq. Paco Pérez, María Forcada y yo. Posando con Paco después de una gran cena en La Enoteca. |
Hará cosa de un año, me encargaron un perfil del chef Paco Pérez y de La Enoteca, restaurante del hotel Arts recientemente agraciado con una estrella Michelin, para el especial 'La cocina de los sentidos' de la revista Restauradores. En el restaurante jamás había estado, y al cocinero tampoco lo conocía. El acercamiento fue teléfonico y en poco menos de media hora me hice una idea de cómo era él y de lo que transmitía con su cocina. Acertada o no, la imagen que me hice del chef no podía ser más positiva: Pérez me transmitió tan buen rollo que ello se vio reflejado en la semblanza que hice de él. Un año más tarde, hace una semana, comprobé con mis propios ojos que el Paco Pérez que reflejé es apenas una sombra del Paco Pérez real. Un hombre afable, íntegro, sencillo, discreto, con el brillo y humildad de los más grandes. Así le vislumbré. en las distancias cortas. De su cocina, de su asesoría en La Enoteca, sólo puedo decir parabienes. Si me quedo con un plato, mejor con dos, sería con un aperitivo a base de berenjena y un arroz meloso absolutamente insuperable. Y sí, hubo un pequeño pinchazo (lástima de unos guisantes de Llavaneres demasiado cocinados) pero la perfección se compone también de cosas imperfectas. Me queda por ver, por probar, la que Paco dice que es su auténtica cocina, la de Miramar. En verano, seguro, por allí recalaré.