Desde bien pequeña he tenido que soportar el maltrato de mi bello nombre prácticamente día tras día. Muchos de los que me lean (que son pocos en realidad) se preguntarán que de qué demonios estoy hablando. Muy fácil: yo me llamo Alexandra y no Alejandra. Con este asunto he pasado fundamentalmente por dos estados en mi vida, alternando un comprensible y manifiesto enojo (cuando era niña o muy joven siempre me quejaba y así lo expresaba al mal hablado o al mal escrito) con una pasividad absoluta. En los últimos años, mi aparente indiferencia no era más que una burda emulación de la Marquesa de Merteuil, una mujer de ficción que como forma de aguantar lo inaguantable se clavaba un tenedor por debajo de la mesa mientras una sonrisa se dibujaba en su cara.
Personas que decís 'j' por 'x', desde aquí os comunico que esto sólo es válido para tres nombres: México, Oaxaca y Texas. Todos ellos territorios mexicanos, o ex mexicanos. Y esto es la excepción que confirma la regla y la regla es que en español la 'x' se pronuncia [ks]. También hay gente que pronuncia [s], como tasi o másimo pero esto se da, en general, en personas incultas por lo que hay que evitarlo. Donde sí se puede aceptar la pronunciación de la 'x' como [s] es en palabras que comienzan por esta letra como es el caso de xilofón.
Aclaro esto porque después de tantos años oyendo a muchos llamarme Alejandra, una de las conclusiones a la que he llegado es que así lo dicen pensando precisamente en México, pero lo que se hace con la palabra México no es extrapolable a Alexandra, ¡por dios! Pero si el motivo es este, no deja de ser curioso que ningún mexicano de todos los que he conocido en mi vida me hayan llamado jamás Alejandra, sino Alexandra, como realmente es. Y aprovecho para añadir que todos los latinoamericanos que he conocido me llaman Alexandra, sin titubeos, sin equívocos, pronunciando claramente la 'x' como debe ser.
Mención aparte merecen los que me llaman Alejandra por escrito, después de haber leído repetidas veces mi nombre. ¿O acaso no saben leer? Yo es que ya no sé qué pensar.
Estoy de acuerdo contigo en que el nombre es bonito.Quizás tan bonito, que da un poco de corte pronunciarlo así. Como si fuese excesivo cambiar la "s" por "ks". Acostumbrados a los Pedro, Pablo y María, cuesta ponernos en nombres mas exóticos. A mi me pasaba que se confundían y me llamaban Santi ó Nandy. Por no mencionar a los que pasaban de Andy y me llamaban por mi nombre real: Andrés y punto.
ResponderEliminarLo de Nandy ya me parece rizar el rizo. Tampoco es tan raro Andy, ¿no? Los que te llaman Andrés y punto, lo entiendo. Hay gente que no se ve con la confianza para llamarte por tu diminutivo. Eso es normal, ¿no?
ResponderEliminarYo me llamo Alexandra y lo que peor me sienta es oir Alejandra a alguien al que le he tenido que corregir varias veces y aun así continua llamandome por otro nombre que no es el mio. Ahora directamente me presento como Alex y ya intuyen que es de Alexandra. Buen articulo!
ResponderEliminar