lunes, 31 de mayo de 2010

Taberna La Catapa en buena compañía



En una ciudad como Madrid no paran nunca de abrir nuevos negocios, sobre todo establecimientos hosteleros. Como en esta ciudad nos gusta tanto salir, siempre hay cabida para un local que nos proporcione pequeños momentos de placer a través de una buena comida acompañada de una igual o mejor bebida. Este es el caso de La Catapa, una taberna puesta recientemente en marcha por el cocinero Miguel Ángel Jiménez, ex chef de Ramsés y de Norema Salinas. En La Catapa, donde almorcé la pasada semana en muy buena compañía, pude degustar platos como una estupenda ensaladilla de perdiz, unas tiernísimas habitas con chipirones, un refrescante y de suavísima textura salmorejo con ventresca o un original tataki de tiburón con tomatitos confitados (los tomatitos soberbios). Al contrario que con la mayoría de los platos que me apasionaron, me vi en la obligación, haciendo de tripas corazón (nunca mejor dicho), de tener que probar unos callos de bacalao. No por educación -el resto de elaboraciones las degusté con gran placer-,sino porque a mi se me pica fácilmente y ante la exclamación de mi amiga María Forcada llamándome pseudo periodista gastronómica, ni corta ni perezosa empuñé mi tenedor y pinche con el mismo un trocito de las vísceras del pescado. Su intenso sabor a mar me provocó tener que beber más de lo que ya había bebido (como si yo necesitara alguna excusa) aunque desde aquí os digo que si os gusta este plato, este estaba magníficamente preparado. Eduardo de la Puente, el genial argentino responsable de las reseñas de los lugares de tapas de la Guía del Ocio pensó que eran callos de ternera cocinados con bacalao. ¡Entrañable ocurrencia de Eduardo!
Mis niños me obligaron a salir escopeteada a buscarles al colegio, y no pude probar los, seguro, deliciosos postres. ¡Otro día será!

A los que con mi post les haya picado la curiosidad y les apetezca conocer este nuevo lugar en Madrid, decirles que los precios están súper ajustados (20 euros de media por persona, sin vino), que la calidad es superior, que tiene una amplia oferta de vinos y cavas por copas, y que su horario es ininterrumpido de 11 a 24 horas.

Taberna La Catapa
C/ Menorca, 17, Madrid
Teléfono 91 574 26 15
Cierra los domingos

miércoles, 26 de mayo de 2010

Me llamo Alexandra

Desde bien pequeña he tenido que soportar el maltrato de mi bello nombre prácticamente día tras día. Muchos de los que me lean (que son pocos en realidad) se preguntarán que de qué demonios estoy hablando. Muy fácil: yo me llamo Alexandra y no Alejandra. Con este asunto he pasado fundamentalmente por dos estados en mi vida, alternando un comprensible y manifiesto enojo (cuando era niña o muy joven siempre me quejaba y así lo expresaba al mal hablado o al mal escrito) con una pasividad absoluta. En los últimos años, mi aparente indiferencia no era más que una burda emulación de la Marquesa de Merteuil, una mujer de ficción que como forma de aguantar lo inaguantable se clavaba un tenedor por debajo de la mesa mientras una sonrisa se dibujaba en su cara. 
Personas que decís 'j' por 'x', desde aquí os comunico que esto sólo es válido para tres nombres: México, Oaxaca y Texas.  Todos ellos territorios mexicanos, o ex mexicanos. Y esto es la excepción que confirma la regla y la regla es que en español la 'x' se pronuncia [ks]. También hay gente que pronuncia [s], como tasi o másimo pero esto se da, en general, en personas incultas por lo que hay que evitarlo. Donde sí se puede aceptar la pronunciación de la 'x' como [s] es en palabras que comienzan por esta letra como es el caso de xilofón.

Aclaro esto porque después de tantos años oyendo a muchos llamarme Alejandra, una de las conclusiones a la que he llegado es que así lo dicen pensando precisamente en México, pero lo que se hace con la palabra México no es extrapolable a Alexandra, ¡por dios! Pero si el motivo es este, no deja de ser curioso que ningún mexicano de todos los que he conocido en mi vida me hayan llamado jamás Alejandra, sino Alexandra, como realmente es. Y aprovecho para añadir que todos los latinoamericanos que he conocido me llaman Alexandra, sin titubeos, sin equívocos, pronunciando claramente la 'x' como debe ser.

Mención aparte merecen los que me llaman Alejandra por escrito, después de haber leído repetidas veces mi nombre. ¿O acaso no saben leer? Yo es que ya no sé qué pensar.

lunes, 17 de mayo de 2010

El certamen que Madrid no merece


El pasado sábado se celebró, como todos los años, en la escuela de hostelería de la Casa de Campo el Certamen de Gastronomía de la Comunidad de Madrid, un concurso organizado más mal que bien por la Asociación de Cocineros y Reposteros de Madrid -ACYRE. Siendo Madrid una ciudad importante, teniendo la Comunidad de Madrid más habitantes que varios países de la Unión Europea, y siendo Madrid la capital del país que en la actualidad abandera la mejor gastronomía mundial podría esperarse una asociación de cocineros y reposteros fuerte, con presencia en el tejido económico y social de la ciudad pero, lamentablemente, no es así. Diecisiete años ya celebrándose este certamen por el que han pasado algunos cocineros madrileños de posterior y notable éxito como Mario Sandoval o Paco Roncero, pero, al parecer, diecisiete años no son suficientes para despegar. Las causas son muchas y variadas: una junta directiva envejecida a la que le faltan ideas y empuje, a pesar de la elección hace un par de años del joven cocinero José Luis Inarejos como presidente; una asociación llena de deudas y con poco talento para generar recursos; una gestión poco ágil del certamen; o una elección inadecuada del jurado que, por supuesto, resta credibilidad al concurso. Pero en ACYRE parecen no darse cuenta y se empeñan una y otra vez en sacar adelante un certamen que viene viciado desde antaño. Todos los años se repite la misma historia: pocos concursantes optando al premio provoca que a última hora la asociación tenga que tirar de amigos y pedirles el favor de presentarse, para hacer bulto. ¿Merece Madrid este premio? ¿Merecen los ciudadanos madrileños que su premio de Gastronomía esté en manos de gente con tan pocas dotes para sacar adelante un certamen que podría ser todo lo importante que Madrid se propusiera? Los concursantes, pocos, que al premio optan no tienen la culpa, claro está. De hecho, desde aquí quiero felicitar a mis amigos Justo Almendrote, repostero que ha conseguido el 2º premio, y los cocineros Ana Roldán y su ayudante Frank Cabanes que han logrado un estupendo tercer puesto. El certamen se sostiene gracias a gente como el encantador chef Juan Pozuelo-eterno presidente del jurado, al que le toca lidiar con la vieja guardia, esto es, viejos cocineros y reposteros que ya no están para estos trotes y con pseudo periodistas y canaperos- y a jóvenes concursantes que con ilusión se presentan a un certamen que, por ahora, no vale la pena. Y digo que no vale la pena porque prácticamente ni en su casa se enteran de que este Certamen existe, ni siquiera cuando lo han ganado. Ni un triste comunicado a la prensa, ni siquiera después de haber pedido durante el día de hoy que me informaran de los ganadores para mañana, en la radio, darles un poco de gloria. Por ellos, por los concursantes, que seguro se lo merecen. ¡Felicidades a esos ganadores desconocidos!

Nota: Antes de colgar el post he tenido la feliz idea de buscar en Google a ver si encontraba alguna reseña del certamen. Y la he encontrado: en el blog de Pescaderías Coruñesas (colaborador, como todos los años, del concurso) y una noticia en Diario del Duero. Por supuesto, en la web de ACYRE, nada de nada.

martes, 11 de mayo de 2010

Otra de gastrobares


Si hace unos días desde este blog prediqué lo poco que me gustó Le Cabrera, el gastrobar montado recientemente por Sergi Arola y Diego Cabrera, la impresión que me llevé la pasada semana de Estado Puro, otro gastrobar de una de las estrellas de la cocina madrileña como es Paco Roncero, fue bastante más positiva. De entrada, el local es mucho más agradable: amplio, con grandes ventanales que dan a la plaza de Neptuno (no la busquen por ese nombre los no madrileños en ninguna guía; sólo es posible encontrarla por su verdadera denominación, esto es, plaza Cánovas del Castillo), una decoración un tanto folclórica con gran profusión de peinetas, y un precio bastante más ajustado que el del mencionado Le Cabrera. No obstante, para poder valorar más y mejor Estado Puro prontó lo visitaré a mi aire y no como tuve ocasión de disfrutarlo, esto es, en una comida de prensa degustando un curioso menú maridado con scotch con la excepción de un plato que estaba armonizado con el guatemalteco ron Zacapa. Iba con más curiosidad que otra cosa, con ganas sobre todo de probar las tapas de Roncero, pero con la seguridad de disfrutar más bien poco de los sorbos de whiskies premium, dado el escaso aprecio que le tengo a esta bebida. El almuerzo comenzó con unos mejillones en escabeche algo insípidos aunque magníficamente presentados en una lata y unos boquerones en vinagre extremedamente deliciosos, con el punto justo de acidez, armonizados con whisky Talisker, producido en una isla escocesa, entorno que le da un aroma a la bebida un tanto salino que marida a la perfección con alimentos del mar. Después llegó la excepción: un untuoso foie con pan de especias armonizado con ron Zacapa, un ron guatemalteco dotado durante cuatro años seguidos de la distinción de mejor ron del mundo durante la Semana Caribeña. Ojo a este ron: excelente para tomar bien frío, mirando el mar, al Caribe si se puede. Una presa ibérica cocinada con reducción de Cardhu y acompañada por este mismo scotch siguió al dulce ron. La presa ibérica adolecía del mismo mal que los mejillones: a pesar de ser jugosa y tierna podría decirse que era bastante sosa. Después vino lo mejor: unas sabrosas croquetas de cabrales y una intensa y deliciosa tosta de cebolleta tierna con roquefort acompañadas de whisky Lagavulin dieron el do de pecho a un almuerzo hasta entonces sin encantar. El whisky Lagavulin armonizaba a la perfección con la fuerza de los alimentos, con el perfume de los quesos tan magníficamente utilizados. Lástima que no pude probar el postre, lamentablemente me tuve que marchar.

Estado Puro
Plaza de Cánovas del Castillo, 4. Tel. 91 330 24 00.

lunes, 3 de mayo de 2010

La cocinera viguesa Iria Castro cocina con Philadelphia


A veces se da la circunstancia que, para la prensa gastronómica, se organizan talleres interactivos donde algunas firmas nos enseñan a cocinar pequeños platos utilizando sus productos, claro está. A mí estos actos me encantan: van más allá de la gula imperante, de la simple degustación, y con el estómago no tan lleno te vas del encuentro con la cabeza algo menos vacía de saber. Esto mismo es lo que ocurríó el pasado jueves en la escuela de cocina 'El Carnaval' de la conocida cocinera Iria Castro. Durante una amena sesión, Iria nos mostró cómo elaborar cuatro tapas todas ellas con queso Philadelphia como base. Si bien la elaboración de las tapas no tenía mayor secreto -sobre todo para personas acostumbradas a ver cocineros trabajar y conocer gran parte de sus trucos-, la cercanía, calor y simpatía de Iria convirtieron la mañana en un rato más que agradable. No obstante, incluso de la sencillez se aprende y puedo decir que yo, cocinera amateur más o menos experta, aprendí alguna cosita de taller tan ameno, aunque me perdonarán los amigos de Philadelphia no en todos los casos usaré como base tan estupendo y versátil queso. Amantes de la cocina (y de la encantadora Iria Castro) tomad buena nota: a partir de mañana 4 de mayo y hasta el 11 del mismo mes, la televisiva cocinera estará en el mercado de San Miguel de Madrid impartiendo mini cursos de cocina y elaborando tapas para su posterior degustación. ¡Qué aproveche, cocinillas!