Hay gente que se cree que tú eres su esclavo. Hay gente que se cree que tu trabajo es menos que el suyo y que con tu esfuerzo tienes que auparles al cielo como las estrellas del firmamento que se creen que son. Hay gente que se cree con derecho a destacar a cambio de un puñado de euros. Hay gente que se cree que compra duros a cuatro pesetas. Y cuando esta gente se junta con otra gente y entre todos ellos te dan mensajes distintos, te transmiten diferentes cosas, ahí es cuando uno decide que es el momento de decirles hasta aquí hemos llegado. Porque una cosa es servir a un cliente, pero cuando un cliente te está estropeando tu medio de vida, este deja de valer la pena.
miércoles, 21 de abril de 2010
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