Coincidiendo con el final de invierno y el principio de la primera, los calçots inundan los restaurantes de Valls, la masías desperdigadas por la comunidad catalana y desde hace algunos años también llegan a un puñado de restaurantes de la capital.
Calçot es una palabra catalana que sirve para denominar a una variedad de cebolla tierna que se cultiva en algunas comarcas catalanas como Alt Camp, Baix Camp, Tarragonés y Baix Penedés. La capital por excelencia del Calçot es Valls, que da nombre a la denominación de origen calçot de Valls. El calçot es el ingrediente obligado para celebrar una calçotada, un encuentro gastronómico que es mucho más que una comida, es una fiesta, una celebración, es auténtica diversión. El calçot se elabora directamente sobre el fuego vivo, y se come pelando sus ennegrecidas capas por las llamas. Se acompaña de una deliciosa salsa romesco, una salsa que se elabora con almendras, ñoras y tomate. La madera ardiendo da paso después a las codiciadas brasas que servirán para asar las distintas carnes que se sirven en toda calçotada que se precie. En Catalunya, el menú típico de la calçotada consiste en unos calçots con romesco, butifarra con mongeta seca, carne de cordero a la brasa, usualmente chuletitas, todo ello regado con cava y vino tinto. Y por supuesto, lo que nunca falta es el pà de pagés amb tomàquet, unas buenas hogazas de pan a la brasa untando con jugosos tomates y un buen chorro de AOVE, aceite de oliva virgen extra.
Si no queremos o no podemos desplazarnos a Valls, en Madrid podemos disfrutar también de una buena calçotada. Aunque en el centro de España la cocina tradicional catalana no se prodiga demasiado, encontramos por lo menos tres ofertas nada desdeñables.
En Can Punyetes, una cadena de 9 restaurantes (6 en Cataluña y 3 en Madrid) ofrecen una calçotada que no incluye bebida al precio de 21 euros por persona. Se comienza, claro está, disfrutando de una generosa ración de calçots, para pasar después a una fuente de carnes a la brasa que incluye conejo, butifarra negra, y como no, la tradicional butifarra acompañada de mongetes. También en esta calçotada tiene cabida el pà amb tomáquet. La salsa romesco que sirven en Can Punyetes es especialmente rica, tiene un sabor delicioso y la consistencia justa. En Can Punyetes se tiene también la opción de pedir una ración de calçots sin necesidad de tomarte la calçotada completa. En este caso, la ración es a 8 euros.
También en Madrid capital encontramos Casa Jorge, con dos restaurantes, uno en la calle Cartagena y el otro muy cerquita, en Príncipe de Vergara, junto al Auditorio Nacional de Música. En Casa Jorge se toman alguna licencia frente a la tradicional calçotada y además de los calçots y las carnes, también sirven embutidos catalanes, escalibada (cebolla, pimiento rojo y berenjena asados), esqueixada de bacalao (que es una ensalada típica catalana hecha con bacalao desalado, cebolla, tomate y aceitunas). El precio de la calçotada en Casa Jorge es de 35 euros más IVA, y también incluye la bebida (cava o vino tinto) y el postre a escoger entre una crema catalana o un sorbete de cava.
Si nos vamos un poquito más lejos, aunque sin salir de la comunidad madrileña, encontramos una calçotada en la finca Equilibrium, en Torrelaguna. En esta finca, donde también se puede practicar equitación y los más pequeños de la casa pueden dar paseos en pony, ofrecen la calçotada al precio de 45 euros que incluye los calçots, el pà amb tomàquet, embutidos catalanes, escalibada, butifarra amb seques y de postre, crema catalana. Todo ello, eso sí, regado con cava y vino tinto.
Direcciones
Casa Jorge: Príncipe de Vergara, 142-144, Madrid, telf. 91 411 37 28 y Cartagena, 104, Madrid, telf. 91 416 92 44
Finca Equilibrium: Ctra N-320 km 334,55 (salida 50 de la A-I)Torrelaguna, telf.
648. 77. 68. 53 / 626.39.60.53